¿Cómo sería la recesión esperada en los EE.UU, es posible evitarla?

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Muy pocos dudan que Estados Unidos este año entre en recesión. Sin embargo, en el caso de que así sea, vale la pena distinguir sobre qué tipo de recesión podría generarse y el impacto que tendrá en la economía.

Una recesión podría ser leve o profunda, prolongada o momentánea. En el pasado han habido recesiones “espontáneas” causadas por fallas estructurales de la economía. O  inducidas, como fueron la generada por la pandemia en 2020 o la crisis financiera de 2008..

Ahora mismo parece estarse gestando una recesión inducida, debido a la agresiva política monetaria de la Reserva Federal. Al aumentar a niveles históricos los tipos de interés, el banco central estadounidense está empujando la economía hacia una recesión, aunque no lo quiera.

El presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell.

Recesión leve 

Hay recesiones leves en las que una economía se desacelera, deja de crecer o cae pero momentáneamente. Esa es la que todos esperan, en el mejor de los casos. En una reciente encuesta, casi dos tercios de los economistas de los grandes bancos del mundo, consideró que habrá una recesión global en 2023. 

Sin embargo, muchos creen que será una recesión leve o corta. Es decir, una recesión minúscula. La economía de los EE.UU. parece mantenerse todavía muy fuerte, a pesar de la fuerte subida de las tasas de interés que encarecen el costo del dinero. 

A diferencia de lo ocurrido en la década de los ‘80 cuando el aumento de los tipos de interés provocó una recesión brutal. Los formuladores de políticas de la Fed cometieron graves errores de cálculo que condujeron a la crisis.  

Signos de fortaleza laboral

En estos momentos la economía muestra signos de fortaleza por la demanda de empleo, a pesar de las altas tasas de inflación que se registran. Si bien grandes empresas como Google, Amazon y otras están despidiendo personal de forma masiva, los niveles de empleo se mantienen saludables. 

Al parecer, los despidos se deben a una reducción de personal para ahorrar costos. Durante la pandemia muchas de estas empresas contrataron personal en exceso y, debido a las perspectivas actuales de menor crecimiento, están haciendo los ajustes necesarios para evitar pérdidas.

Pero en otros sectores, las empresas siguen contratando trabajadores como consecuencia del déficit que quedó después de la pandemia precisamente. Los datos de empleo muestran que los empleadores el año pasado contrataron más de 4,5 millones de personas.

Es probable que este año debido a los incrementos de las tasas de interés de referencia de la Fed, muchas personas pierdan su empleo. De acuerdo con proyecciones del organismo, la tasa de desempleo en 2023 podría llegar a 4,6 %, desde el actual 3,5 %. Aun así sigue siendo una tasa de desempleo moderada. 

“Slowcessation” 

De acuerdo con el pronóstico de Moody’s Analytics, la economía estadounidense pasará este año por un período de crecimiento cero, que ha denominado “slowcessation”, pero podría evitarse una contracción real. Este criterio es compartido por otros analistas.

Moody’s basa su perspectiva en varios elementos que la economía todavía tiene a su favor. Entre ellas las finanzas familiares que aunque se están agotando mantienen un ritmo de gasto moderado. Igualmente, los sólidos balances corporativos.

Estos signos de fortaleza podrían eventualmente ayudar a compensar los efectos negativos de los fuertes aumentos de los tipos de interés. A esto hay que agregar el incremento de los costos de endeudamiento, una caída del crecimiento económico y la volatilidad de los mercados financieros.

El economista jefe de Moody’s, Mark Zandi, dijo que “bajo casi cualquier escenario, la economía tendrá un 2023 difícil. Pero la inflación se está moderando rápidamente y los fundamentos de la economía son sólidos”.

Agregó que “con un poco de suerte y una formulación de políticas razonablemente hábil por parte de la Fed, la economía debería evitar una recesión total. Si es así, podemos llamarlo una cesión lenta”.

Recesión para los ricos

En este escenario, la recesión afectaría solo a los ricos inversionistas de Wall Street pero no tanto a los estadounidenses más pobres o de bajos ingresos. Aunque para algunos observadores esto sería algo inusual, ya que las crisis económicas afectan más a los que menos tienen.

Es cierto que los trabajadores estadounidenses menos afortunados son los que están padeciendo la alta inflación y la desaceleración económica. Pero algunos analistas creen que si la economía cae en recesión, los trabajadores de bajos ingresos serán menos afectados que en anteriores períodos de recesión.

Por otro lado, la escasez de mano de obra durante la pandemia de covid-19, obligó a muchas empresas a tener que aumentar los salarios para contratar o retener a su personal. De modo que las ganancias salariales de los trabajadores fueron mayores que las de sus empleadores proporcionalmente hablando.

Algunos pidieron aumento salariales porque en los años precedentes estaban subpagados o porque la inflación se encargó de erosionar sus ingresos. Con el aumento de los precios ahora disminuyendo, los salarios podrían mantener su poder adquisitivo. Si se produce finalmente una recesión, los trabajadores estarían mejor equipados para enfrentarla.

Niveles de contratación se mantienesn

Los datos de empleo más recientes muestran que los niveles de contratación en ciertas áreas se mantienen. Especialmente en el ocio, restauración y hotelería donde, por lo general, se contrata a trabajadores de bajos ingresos. 

Los estadounidenses han seguido comiendo en la calle y viajando de vacaciones lo que ha mantenido activo este sector. Las empresas minoristas que se vieron en dificultades para contratar trabajadores durante la pandemia, prefieren  conservar su personal.

Todas estas variables juntas hacen pensar que los sectores de menos recursos puedan en parte evitar un mayor impacto de una recesión económica.

El “aterrizaje suave”

Este fue el escenario deseado / vendido por los funcionarios de la Fed para evitar el pánico en los mercados. La posibilidad de un aterrizaje suave, es decir, que la subida de los tipos de interés no provoque una debacle económica este año, aún se mantiene.  

Sin embargo, no hay ninguna certeza para afirmar que así será o que no. La Fed mantiene el argumento de que está evitando a toda costa causar una recesión por culpa de su política monetaria restrictiva. 

Para ello, algunos gobernadores del organismo están pidiendo reducir a 25 puntos básicos la subida de las tasas de interés de ahora en adelante. Aunque los aumentos se mantengan por un tiempo más hasta que la inflación muestre signos inequívocos de haber cedido.  

Este es el escenario más optimista y se apoya en algunos indicadores recientes. Por ejemplo, la inflación que se mantiene en un ritmo moderado cayendo de un máximo de 9,1% en junio a 6,5% en diciembre. 

Más razones para ser optimistas

Otros factores que estaban preocupando a los formuladores de políticas de la Fed como el aumento incesante de los salarios y la energía, también han caído. Tales datos han permitido que la Fed haya decidido moderar el tamaño de los aumentos de las tasas. 

Los mercados y los analistas esperan que el banco central aumente los tipos de interés a solo 0,25% en su reunión de la próxima semana. Otro dato relevante que ha contribuido a mejorar las perspectivas económicas para 2023, es la reapertura de China. 

A medida que las restricciones por el rebrote del covid-19 han sido canceladas en su mayoría, las esperanzas de una mayor reactivación económica global aumentan. Esto, desde luego, tendría un efecto positivo en la economía de los EE. UU. 

No obstante, el crecimiento de China este año también podría dar al traste con los esfuerzos de la Fed para domar la inflación. Al crecer la demanda de energía de China los precios del petróleo y el gas también tenderán a crecer más.

El aterrizaje forzoso

Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos.

Es el peor de los escenarios y no está descartado del todo. Un error de la Fed o un cisne negro pueden provocar el temido aterrizaje forzoso. Si la Fed se equivoca con su política monetaria y exagera los aumentos de las tasas podría desencadenar una fuerte recesión.

Los expertos han advertido a los funcionarios de la Fed sobre el peligro de seguir subiendo los tipos de interés. Al fin y al cabo, las decisiones que se toman no son 100% seguras, aparte de que su impacto real no es inmediato.  

Hay otros peligros presentes en el escenario mundial que podrían afectar la economía estadounidense. Entre ellos los riesgos geopolíticos con la Guerra en Ucrania y la permanente amenaza de Rusia y Corea del Norte de desatar una conflagración nuclear.   

En los Estados Unidos, además, existe otro riesgo latente como es el techo de la deuda, sobre el cual ya ha advertido la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. De no aumentarse el nivel de endeudamiento, la administración Biden no podrá pagar todos sus compromisos.

El impacto sobre los mercados financieros de todo el mundo sería monumental. tanto así que, incluso, si el gobierno federal evita el default finalmente pero el riesgo de incumplimiento crece, habrá consecuencias.

Los costos de los préstamos aumentarían y los ahorros para la jubilación de las personas se verían impactados. Recientemente Yellen dijo a través de CNN que si no se aumenta el límite de la deuda estadounidense se podría desatar otra “crisis financiera global”.

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